1.30.2012

Tercer día.

La mañana prometía. Y la tarde también, claro. Ya que íbamos a pasar el día entero en el Parque de las Ciencias. Al comenzar el día, y tan sólo al pasar por la puerta de entrada quedamos fascinados. Unas atmósferas giratorias y unas piedras flotantes nos esperaban en la entrada.

A continuación, entramos a la exposición de aquellos jurásicos extinguidos, llamados dinosaurios. Fue interesante saber que hubo animales muy diferentes a nosotros. Hubo un debate sobre si el T-Rex era depredador, carroñero o ambas cosas. Y tú, ¿qué crees? ...
Acto seguido, dimos una clase de música improvisada tocando el piano con el gran músico y creador de melodías Oscar León Martín. (JÁ!) 


Vimos, después de la exposición, como se extraía el aceite de los olivos y algunos de nuestros compañeros ayudaron vareándolos, cosa que más tarde se publicó en varios periódicos (mal, cabe decir, ya que confundieron el nombre del instituto, y otros datos). Por lo demás, estuvo bastante interesante, y... ¡pan con aceite gratis! (bastante rico):  



También vimos una demostración del vuelo de las aves rapaces; halcones, águilas, lechuzas y otras... Que rozando nuestras cabezas -literalmente- dejaron boquiabiertos a una gran mayoría:





Este día no terminaba aquí, qué incompleto sino. Sólo llegaba la hora de comer, y aún quedaba muchísima tarde. Descansamos por un par de horas en aquel comedor:

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